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Pryconsa financia la recuperación del patrimonio de Vicálvaro tras los hallazgos arqueológicos encontrados en terrenos de su promoción

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Las obras de construcción de un nuevo edificio de Pryconsa en un solar de la calle San Cipriano y la ampliación de la calle Lago Leman, ambas en Vicálvaro (Madrid), desenterraron los restos arqueológicos de tres bodegas y siete pozos. Lo que inicialmente fue un hallazgo casual, ha desembocado en una importante intervención arqueológica financiada por Pryconsa, que permitirá conocer mejor este fragmento del pasado.

Durante siglos, Vicálvaro fue un municipio productor de cereales y vino destinados al abastecimiento de Madrid. Estos productos se almacenaban en cuevas o bodegas para su correcta conservación. Para construir las bodegas, se excavaba directamente en el terreno y se reforzaba el volumen con arcos de ladrillo. En su interior se albergaban tinajas entre paredes revocadas con mortero y sal.

El origen del descubrimiento de estos vestigios tuvo lugar durante la urbanización de las calles adyacentes, cuando se encontraron varias galerías y pozos. En ellos se recuperaron varias tinajas que fueron trasladadas al museo de Vicálvaro.

Una vez iniciada la construcción del edificio, durante los trabajos de vaciado, se descubrió una nueva galería que contenía innumerables objetos como tinajas, platos, jarras, vasijas y cerámicas que fueron trasladadas al Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, en Alcalá de Henares, para su correcta conservación, excepto una tinaja en magníficas condiciones que fue depositada en la Asociación Vicus Albus de Vicálvaro, con quien Pryconsa ha colaborado intensamente en la recuperación de los hallazgos.  

Además de todas estas piezas cerámicas, también se halló un objeto explosivo sin detonar del que se dio parte inmediato a los técnicos especialistas en desactivación de explosivos (TEDAX) que procedieron a su traslado y archivo.

Quizás una de las piezas más interesantes de esta intervención arqueológica, y que supuso un complejo reto técnico para su conservación, fue un arco en el que se cruzaban dos galerías, reformado con ripios de sílex como sujeción. Debido a su estado inestable, fue necesario un andamiado completo así como las mejores protecciones físicas para estabilizarlo y reubicarlo. Hoy en día dicho arco ya está reubicado en el interior de la promoción.

Todo el proyecto de conservación financiado por Pryconsa, se ha realizado en colaboración con el estudio Áqaba Arqueólogos. Con los resultados de la investigación se ha desarrollado una detallada reconstrucción virtual en 3D y una web de homenaje accesible desde varios paneles informativos dotados de códigos QR. Estos paneles están ubicados en la zona del hallazgo para que cualquier visitante disponga de toda la información.